EXHIBIRÁN CARTAS INÉDITAS DE PONCE EN LA BIBLIOTECA DE LAS ARTES DEL CENART

Una muestra de las “joyas” de los más de 50 fondos documentales que resguarda y una exposición de 50 cartas inéditas del músico y compositor mexicano Manuel M. Ponce (1882-1948), entre otros objetos, son dos de las actividades con las que la Biblioteca de las Artes del Cenart festeja sus 30 años de vida, que cumple el próximo 22 de noviembre.

30 años. Nuestros acervos: Biblioteca de las Artes, que reúne correspondencia, objetos, vestuario, reconocimientos, fotografías, partituras, maquetas, carteles, programas de mano, libros y obras de arte, se inaugurará hoy, a las 17:00 horas, y permanecerá en exhibición hasta el 4 de agosto.

Mientras que el acervo de Ponce abrirá en agosto. “Vamos a exponer cartas inéditas de cuando estuvo estudiando en Europa, a principios del siglo pasado; una correspondencia que mantuvo con su hermano. Le cuenta sobre las experiencias en sus clases, con sus maestros y amigos”, detalla Armando González Rangel, director del recinto.

Comenta que la familia de Ponce decidió compartir estas misivas, además de otros documentos y objetos del autor de Estrellita (1912), en el marco de los 30 años del Cenart y la Biblioteca de las Artes. “Es un momento que ellos consideran importante para hacerlo”.

Entre los 40 “tesoros” que integran la muestra que abre hoy destacan la pieza La escultora (1993), de José Luis Cuevas; y diversos números de la Revista de Revistas, antecesora de Excélsior: algunos son de 1922 y se resguardan 777 fascículos de 1930 a 1946, señaló González.

De los más de 800 mil documentos provenientes de los cuatro centros de investigación del INBA y de las bibliotecas personales de diversos artistas, se exhiben el bastón y los anteojos del dramaturgo Rodolfo Usigli; una edición de 1928 de Dama de corazones, del poeta Xavier Villaurrutia, con cuatro de sus dibujos; y el programa de mano de La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón, a cargo de la compañía de María Tereza Montoya, obra con la que se inauguró el Palacio de Bellas Artes en 1934, entre otros.

González admite que, a pesar de sus tres décadas de vida, la Biblioteca de las Artes es poco conocida por el público en general, pues la mayoría de sus 50 mil visitantes al año son estudiantes.

“Somos especializados en artes y quizá por esa razón el público no nos conoce. Pero nuestra oferta es única. La biblioteca tiene importancia a nivel nacional”, enfatiza y reconoce que el reto es abrir espacios para que los alumnos desarrollen su creatividad e intercambien ideas.