VALORAN EL CONCEPTO DE “MANTENIMIENTO”; TINA GIROUARD SIGN-IN EN EL MUSEO TAMAYO
Tras exhibirse en el Ogden Museum of Southern Art de Nueva Orleans y en el Centro de Arte, Investigación y Alianzas de Nueva York, Estados Unidos, la exposición Tina Girouard: SIGN-IN en el Museo Tamayo, con la curaduría de Manuela Moscoso, llega a la Ciudad de México.
La retrospectiva, que reúne 265 piezas confeccionadas entre las décadas de los 70 y 90 del siglo XX, cruza el cine, performance, dibujo, lentejuelas, textiles e instalaciones; además de textos que contextualizan las obras y trazan la práctica y el legado de la artista, a través de diversos géneros y geografías.
Durante un recorrido por la muestra, Andrea Torreblanca, directora del Museo Tamayo, resaltó la importancia de tener de vuelta a Girouard, ya que fue la primera mujer en presentar una exposición individual en el recinto, con la muestra Vámonos a México, dos años después de la inauguración del museo.
LA COMPRENSIÓN DEL LEGADO ARTÍSTICO DE GIROUARD
Cuarenta y dos años después, Tina Girouard: SIGN-IN revisita ese hito y amplía la comprensión del legado artístico de la artista al vincular sus variadas líneas de investigación, como son el performance, video, danza, instalaciones y arte textil, con una mirada sobre el feminismo, la reutilización de materiales y la cocreación de espacios.
A lo largo de cinco décadas, Girouard mantuvo una práctica centrada en el compromiso y la transformación de materiales y espacios comunitarios.

El concepto de “mantenimiento” fue central en su práctica: un proceso de cuidado que reconocía y reafirmaba lo espiritual de los objetos y sus interacciones cotidianas, mismo que trasladó a sus hábitos y rituales en labores domésticas, tradicionalmente asociadas al “trabajo de la mujer”.
Por su parte, la curadora Manuela Moscoso agregó que Tina tuvo una vida muy prolífica y fue parte del nuevo canon artístico que inició en Nueva York, en los años 70.
El arte que viene de la mujer es una producción que fue invisibilizada durante décadas y, es por ello, que esta exposición reivindica su trabajo y la importancia de recordar a mujeres artistas que influenciaron la manera que entendemos el arte”, dijo.
Para Girouard, cada espacio –doméstico o artístico– era un lugar de posibilidades para reimaginar formas de colectividad y mundos del arte. “Me gusta que el arte funciona como una reserva, como un refugio”, escribió la artista.
Con la exposición, también se redescubre la historia experimental y contemporánea del Museo Tamayo y se reconoce el legado de artistas que como Girouard que, en su paso por México, abrieron nuevas perspectivas sobre el arte contemporáneo.