TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES EN ‘FACE’ E ‘INSTA’: PROFEPA Y META VAN CONTRA CRIMINALES
Con el fin de combatir el creciente tráfico ilegal de especies de vida silvestre, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la empresa META acordaron colaborar para frenar el comercio ilegal de flora y fauna protegida en plataformas digitales.
De acuerdo con Profepa, a través de este trabajo conjunto, se han desactivado cientos de perfiles y páginas de Facebook e Instagram, así como grupos y publicaciones individuales con contenido ilícito.
“Estas medidas son aplicadas por la empresa al detectar espacios en los que se comercializan ejemplares de vida silvestre o sus derivados.
La información sobre estos espacios es proporcionada por la Profepa y la participación de la ciudadanía es clave, ya que una parte importante de los reportes llega a través de denuncias presentadas por personas que detectan espacios en los que se anuncian transacciones con ejemplares de fauna o flora silvestre”, indicó la autoridad ambiental.
La Ley General de Vida Silvestre (LGVS) prohíbe cualquier actividad comercial o tráfico de especies silvestres que no cuente con autorización legal. Asimismo, las políticas comerciales de Meta prohíben la venta de animales silvestres o sus partes y derivados.
La Profepa dio a conocer recientemente una guía para detectar y reportar la venta ilegal de vida silvestre en redes sociales y plataformas de comercio en línea, con la que la ciudadanía puede identificar este tipo de páginas en las redes sociales y denunciar.
Tráfico ilegal a sólo un click
Vendo o cambio, bonito ejemplar de cocodrilo mexicano, gente seria, no preguntones, ni chinches $$$”.
Así se promueve Juan, joven originario de Chimalhuacán, Estado de México, que ofrece dos ejemplares de cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii), especie «protegida» por la legislación mexicana, sin documentación o registro a través de un grupo abierto de Facebook.
Este testimonio forma parte de una investigación que realizó el Centro para la Diversidad Biológica (CDB), entre mayo y agosto de 2022, que demuestra que el tráfico ilegal de vida silvestre se encuentra normalizado en todo México.
Especies emblemáticas o exóticas como el jaguar, oso perezoso, mono aullador, tucán, perico atolero, iguana, león africano y tigre de bengala, se comercializan sin ninguna restricción en redes sociales.
El estudio realizado de manera encubierta revela la magnitud del problema y expone los métodos de los traficantes de especies, así como las causas que contribuyen a mantener boyante el mercado negro, con total impunidad para vendedores y compradores.
De acuerdo con el CBD, los factores que impulsan esta actividad ilícita son la aplicación laxa de las leyes, la falta de voluntad política para abordar el problema, la débil supervisión en redes sociales y la ausencia de operativos de inspección y vigilancia.
“Es realmente muy fácil comprar un tucán, un mono aullador o un oso perezoso de manera ilegal en nuestro país”, alertó Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.
Explicó que sólo se requiere tener una cuenta de redes sociales y algo de dinero. «Una vez que los animales terminan en el comercio ilegal de mascotas, las probabilidades de que sufran de hambre y maltrato son altas. A medida que más animales son arrancados de su medio natural, se vuelve más difícil recuperar a las especies en franco declive».
El informe “Vendidos sin piedad. El tráfico de vida silvestre amenaza la biodiversidad de México”, revela que el comercio ilegal de plantas y animales también ocurre en los mercados tradicionales de México, donde se emplean “halcones”, para alertar sobre posibles operativos de inspección, evitar que los curiosos tomen fotografías o reportar cualquier actividad sospechosa.
Durante el transcurso de la investigación, el Centro para la Diversidad Biológica también encontró que en ocasiones las UMA’s y PIMVS, que son instalaciones con registro oficial ante la Semarnat, para la compra-venta regulada de ejemplares de vida silvestre de flora y fauna, como criaderos, zoológicos y jardines botánicos, participan en el mercado negro, ante la nula supervisión y vigilancia de las autoridades ambientales.
Alejandro Olivera agregó que la investigación disponible en línea, se logró tras horas y horas de trabajo de campo, decenas de solicitudes de información, testimonios de traficantes, entrevistas con funcionarios y exfuncionarios, así como puntos de vista de importantes organizaciones de la sociedad civil dedicadas a combatir el tráfico de especies o rescatar ejemplares arrancados de su hábitat natural.