TASA DE MORTALIDAD INFANTIL SIGUE AL ALZA; ES MAYOR A LA DE 2014
La mortalidad infantil es uno de los indicadores que con mayor capacidad sintética muestran el estado de incumplimiento de los derechos de una población. El tema es relevante porque se acerca el 10 de diciembre, que es el Día Internacional de los Derechos Humanos, y en nuestro país, ésta es una de las agendas que no suelen considerarse en ese marco.


Las condiciones en México
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la mortalidad infantil es toda defunción de niñas o niños antes de cumplir el primer año de vida; el organismo lo considera un indicador clave del bienestar de la población que refleja la calidad de los sistemas de salud, la nutrición y las condiciones socioeconómicas.
Frente a ello, es importante destacar que, en México, el promedio anual de este tipo de defunciones, entre 2010 y 2024, se ubicó en 23,918 decesos; la tendencia es a la baja, pero de manera lenta y desigual entre los estados. En efecto, en el primer año referido, la cifra fue de 28,865 defunciones de niñas antes de cumplir los 12 primeros meses de su vida; para el año 2014 la cifra fue de 26,339; en 2019 se llegó a 22,944; mientras que la cifra preliminar del 2024 es de 17,421 casos. Debe señalarse que, en este periodo, la cantidad de niñas y niños se ha reducido de manera significativa en el país, por lo que la tasa no ha logrado reducirse.
Lo anterior se confirma con base en los datos del Primer Informe de Gobierno 2025, en los cuales se observa que en este año 2025 la tasa sería incluso mayor que la de 10 años atrás, lo cual constituye un estancamiento
inaceptable, pues implica la violación del principio de progresividad que está reconocido en el artículo 1º Constitucional.
Según el informe, la tasa de mortalidad infantil fue de 13.5 decesos por cada mil niñas y niños nacidos vivos en 2014; para el año 2018 la cifra fue de 13.3; en 2021 se había logrado una reducción a 10.2. A partir de ese año se ha registrado un preocupante retroceso continuado, pues se registró una tasa de 12.1 en el 2022, de 13.4 en el 2023; de 13.7 en 2024 y de 14.6 en el 2025, es decir, la peor cifra registrada en la última década.
Lo mismo ha ocurrido en las tasas relativas a la mortalidad en menores de 5 años: en el caso de la mortalidad por enfermedades respiratorias en ese grupo de edad, la tasa en 2014 fue de 19.8 por cada 100 mil; en 2018 había descendido a 14.5, llegando al mejor indicador en 2021 con una tasa de 11.1; pero, a partir de ese año los retrocesos han sido constantes: 15.4 decesos por cada 100 mil en el grupo de edad en 2022; 19.2 en 2023, 17.3 en 2024 y 16.6 en 2025.
Por su parte en el caso de la mortalidad por enfermedades diarreicas, la tasa en 2014 fue de 8.1 por cada 100 mil en el grupo de edad; de 5.3 en 2018; y a partir de esa fecha el estancamiento y retrocesos son permanentes: 6.4 en 2019, 5.3 en 2020, 6.3 en 2021, 5.7 en 2022, 7.1 en 2023, 6.1 en 2024 y 8.1 en 2025, es decir, el mismo indicador que una década atrás.

