SEPULTAN LA POLÍTICA MIGRATORIA DE SUNAK; KEIR STARMER COMIENZA GESTIÓN
El nuevo primer ministro laborista británico, Keir Starmer, confirmó ayer su intención de abandonar el plan del anterior gobierno conservador de expulsar a migrantes en situación irregular a Ruanda.
El proyecto “estaba muerto y enterrado incluso antes de empezar. Nunca fue disuasorio. No estoy dispuesto a continuar con medidas engañosas”, afirmó Starmer durante una rueda de prensa tras el primer consejo de ministros del nuevo gobierno.
Starmer había anunciado durante la campaña electoral su propósito de renunciar al proyecto de fletar aviones a Ruanda, un pequeño país de África oriental, con migrantes.
El líder laborista, de 61 años, cuya victoria en las elecciones del jueves puso fin a catorce años de gobiernos conservadores, apuesta por una estrategia de lucha contra las mafias de traficantes de personas para poner coto a la inmigración irregular.
Su predecesor, Rishi Sunak, trató de poner en marcha las expulsiones para frenar la llegada continua de migrantes en pequeñas embarcaciones por el canal de la Mancha, que separa las costas de Inglaterra y Francia.
Starmer afirmó en la rueda de prensa que trabajará “de forma incansable por el cambio” y añadió que el crecimiento económico será la “misión número uno” de su gobierno.
Durante la reunión con los miembros de su gabinete, les avisó que les espera “una enorme cantidad de trabajo”. “Estoy ansioso por implementar cambios y creo, y espero, que lo que ya han visto lo demuestre”, destacó Starmer.
INICIATIVA. Starmer propone crear un mando de seguridad fronteriza de élite, integrado por especialistas en inmigración, con la ayuda del servicio de inteligencia nacional MI5. Sunak, su antecesor conservador, buscaba deportaciones de migrantes a Ruanda.