30 de septiembre de 2025
Cultura / Sociedad

SEIS CUERDAS Y UN ENFUCHE; LA GUITARRA ELÉCTRICA HOY RECUERDA SU PATENTE

De artefacto industrial improvisado a tótem cultural, la guitarra eléctrica electrificó no solo las cuerdas, sino el imaginario del siglo XX. Entre tablones macizos, imanes y manos virtuosas, moldeó el pulso de ciudades, movimientos y generaciones enteras.

Hoy, 10 de agosto, se recuerda la patente de la primera guitarra eléctrica comercial, concedida en 1937, un invento que cambiaría para siempre el sonido popular. Lo que comenzó como un intento de dar volumen a las cuerdas en medio de las big bands, se transformó en un símbolo de rebeldía, erotismo y estética sonora. El resto es una historia de madera, metal y electricidad que aún vibra.

Hay instrumentos que surgen del capricho estético. Otros, de la urgencia técnica. La guitarra eléctrica pertenece a la segunda especie. En 1931, George Beauchamp y Adolph Rickenbacker dieron forma a la Rickenbacker Electro A-22, apodada Frying Pan: un disco de metal con mástil que parecía más un prototipo de taller mecánico que un instrumento musical.

La aparición de la Frying Pan no fue un capricho aislado, sino la respuesta directa a una necesidad técnica urgente: que la guitarra se hiciera oír sobre las secciones de metales y percusiones en las orquestas de la época. Su sonido, metálico y sostenido, encajó perfectamente en el estilo hawaiano que estaba de moda en los años treinta, pero también inspiró a fabricantes y músicos a explorar nuevos territorios sonoros. De ese experimento de aluminio y bobinas surgirían, en apenas dos décadas, modelos icónicos como la Gibson Les Paul y la Fender Telecaster, que heredarían su principio fundamental: convertir la vibración en electricidad y la electricidad en cultura popular.

La lógica era tan simple como radical: hacer vibrar cuerdas de acero sobre imanes y bobinas para traducir música en señal eléctrica. Amplificarla. Dejar que el volumen hiciera justicia.

En 1936, Gibson respondió con la ES-150, que Charlie Christian elevó a mito en los clubes de jazz. Pero la revolución definitiva llegó con el cuerpo sólido: Les Paul taladrando tablones para domar el feedback y Leo Fender diseñando instrumentos modulares, tan prácticos como un electrodoméstico americano de posguerra. La Telecaster (1950) fue su manifiesto.

La historia siguió con la llegada de los tótems: la Gibson Les Paul (1952), la Fender Stratocaster (1954), la SG afilada como un diablo en traje italiano.

Cada una encontró su paladín: Chuck Berry inventando el fraseo del rock con su ES-350T; B.B. King seduciendo al blues con Lucille; Jimi Hendrix llevando la Stratocaster al campo de batalla psicodélico.

Jimmy Page templando riffs con su Les Paul; Carlos Santana destilando alma en su PRS; Eddie Van Halen construyendo la Frankenstrat para reescribir la técnica.

Hoy, la guitarra eléctrica vive en dos mundos: el romántico, con amplificadores a válvulas y olor a escenario; y el digital, donde una interfaz emula cualquier sonido en segundos. Puede ser una Fender Jaguar en un sótano indie o una Ibanez RG afilada para metal progresivo. Pero siempre late la misma promesa: que una cuerda de acero, enchufada, puede sacudir a una generación.

Matehuala
Current weather
Humidity-
Wind direction-
Pressure-
Cloudiness-
-
-
Forecast
Rain chance-
-
-
Forecast
Rain chance-
-
-
Forecast
Rain chance-
-
-
Forecast
Rain chance-