SEBASTIÃO SALGADO: INSTANTÁNEAS PARAÍSO RIESGO
Las fotografías de Sebastião Salgado (Aimorés, Minas Gerais, 1944) son poemas visuales cargados de luz y memoria. Cada imagen, sea un paisaje o un personaje del Amazonas, es el registro de un presente que pide ayuda.
Así se puede apreciar en la exposición Amazônia, del fotógrafo brasileño, integrada por 230 imágenes que llegan por primera vez a México, en el Museo Nacional de Antropología (MNA), con un mensaje contundente: reflexionar sobre la riqueza cultural, natural y espiritual del Amazonas, así como la urgente necesidad de conservar y proteger a los 102 grupos indígenas que habitan en esta región, quienes aún no han sido alcanzados por la sociedad de consumo.
Ayer, la voz de Sebastião, que cumplirá 81 años mañana, se fue transparente y esperanzadora, como muchos de los paisajes que capturó entre los años 80 y 90 en ese Amazonas que se convirtió en su casa, para atrapar la esencia del paisaje y de la vida cotidiana en este paraíso.
Amigos, ¡estamos perdiendo el Amazonas!”, clamó el fotodocumentalista poco antes de ofrecer un recorrido por la muestra que pareciera una instalación sonora en la que cada imagen transmite el sonido de una selva en ebullición, el movimiento del río, la caída de la lluvia y la voz de las múltiples tribus.
Oiga usted, 18% del Amazonas ya se fue, lo hemos destruido y difícilmente lo podremos recuperar otra vez”, expresó el fotógrafo que puede contar un relato por cada imagen expuesta.
Luego continuó con su mensaje. “Hoy, con este cambio climático, con nuestra sociedad de consumo, estamos destruyendo el planeta.
Tenemos la obligación de mantener algunos de esos grandes santuarios y el Amazonas es uno de ellos, para garantizar la supervivencia de nuestra especie, porque muchas de las aguas que caen aquí en México vienen de los ríos aéreos que se dislocan de la Amazonia”, dijo.
El artista coincide en que los humanos hemos abandonado el planeta a su suerte y que la destrucción nos ha transformado “en aliens dentro de nuestro propio planeta, dejando tras de nosotros un desierto ecológico con destrucciones masivas”.
Así que para Salgado traer estas instantáneas a nuestro país tiene una búsqueda concreta: “Para nosotros es importante presentar esas fotografías aquí e intentar que podamos invitar a todos los mexicanos a que vengan, porque ustedes son uno de los países más importantes de América Latina, y su opinión y el peso de los políticos mexicanos podría lograr una gran ayuda en la protección de Amazonas”.
¿Aún realiza proyectos fotográficos de largo aliento? “Oiga, ya soy un viejito, tengo 81 años; la gente muere entre los 80 y los 90 años, entonces ya estoy a la puerta del paraíso, porque yo quiero ir al paraíso (expresó entre risas).
Si yo empezara un proyecto como Amazônia tendría el riesgo de no terminarlo, porque los grandes proyectos (como Éxodos y Génesis) requirieron ocho años cada uno; y el primer libro que hice (Otras Américas) para el cual trabajé en comunidades de México, Perú, Bolivia y Ecuador me llevó seis años. No puedo empezar proyectos de largo plazo, porque ya no tengo más tiempo”, reconoció.
Así que ahora se dedica a viajar a través de su archivo, lo que le permitirá montar dos exposiciones. La primera, el 11 de abril, en Trento (Italia), con imágenes de glaciares; y, en 2026, llevará a Los Ángeles una amplia serie sobre los trabajadores que captó en Rusia, Ucrania, Azerbaiyán y Turkmenistán.
Finalmente, Salgado agradeció la posibilidad de exponer en el MNA. “Es un gran honor para nosotros tener nuestras fotografías en este museo. Este es el principal museo del planeta, porque tiene adentro la cultura completa de este país. Es enorme lo que tiene este museo y para nosotros poder traer las comunidades indígenas de Amazonas aquí adentro y estar al lado de la gran cultura indígena mexicana es enorme, es fantástico, es un placer traer estas fotografías”.