PESCA CON REDES ILEGALES CONTINÚA
La terca y cínica realidad se impone en el Alto Golfo de California, justo cuando un crucero de investigación busca ver o escuchar a los últimos ejemplares de vaquita marina.
Pesca con redes prohibidas dentro de la llamada Zona de Tolerancia Cero; a simple vista y a plena luz del día. Nada ni nadie la detiene.
De un lado el Seahorse, el Caballito de Mar, el barco de la organización Sea Shepherd con científicos a bordo y, del otro, el buque de la Marina Armada de México anclado para vigilar el área, donde no deberían ni siquiera transitar embarcaciones (pangas).
En medio de los dos acorazados, una bandera roja con una boya que marca la ubicación de una red de enmalle para pez sierra.
Ya le hallaron la forma, exactamente, y van a seguir pescando, porque no hay quien cuide; en la noche no hay vigilancia, únicamente en el día salen a hacerse patos una o dos horas, nada más”, denunció Manuel, un habitante de la comunidad de San Felipe, que solicitó el anonimato por miedo a represalias.
Excélsior pudo documentar pesca ilegal donde históricamente hay más avistamientos de vaquita marina y en el área en la que el gobierno mexicano colocó bloques de concreto con ganchos de acero para atorar las redes e inhibir la presencia de pangas.
Los pescadores comentan que siguen pescando cerca y dentro de la Zona de Tolerancia Cero, con redes aboyadas, para que no las alcance a agarrar los ganchos de los pilotes de concreto, por eso no tienen ningún problema”, indicó Manuel.
Con ayuda del GPS, los tripulantes de las embarcaciones lanzan redes más cortas que flotan en el espacio libre que queda entre un gancho y otro, para evitar perder sus equipos, explicó Jesús Enrique Morales, integrante de la Cooperativa Nuevo Golfo, de Santa Clara, Sonora.
Hacen redes más cortas, ya se dieron cuenta el área que queda entre un gancho y otro. Hace unos días escuché a unos chavalos platicar que habían diseñado una red que cabe entre los ganchos”, detalló.
El asedio es constante. Ismael y Eduardo realizan su faena en la orilla, apenas afuera, en los linderos de la Zona de Tolerancia Cero con redes de enmalle, porque ahí es donde sus coordenadas indican que hay más abundancia de pez chano y sierra.
¿Aquí la Marina no les dice nada?. “Aquí no, no nos molesta. A veces cuando te llegas a meter a lo que llaman el polígono, llegan y te sacan, pero nada más”, comentaron.
Ramón Franco, presidente de la Federación de Cooperativas Ribereñas Andrés Rubio Castro, de San Felipe, consideró que esto parece una burla, porque mientras científicos tratan de observar y contar los últimos ejemplares de vaquita marina, las pangas andan trabajando alrededor.
Si esa Zona de Tolerancia Cero estuviera cercada, que los animalitos anduvieran nada más allá adentro, a lo mejor si estuvieran protegidos, pero es libre, el mar está libre, las vaquitas no se quedan ahí sólo en ese lugar”, advirtió.