MUESTRAN LA RIQUEZA DE UN ACERVO VITAL EN LA EXPOSICIÓN ‘CINCUENTA AÑOS DE PAGO EN ESPECIE’
Con 103 obras de 94 artistas de la colección Pago en Especie abrirá mañana la exposición temporal Cincuenta años de Pago en Especie en el Museo de Arte de la SHCP, que permanecerá expuesta hasta marzo próximo, anunció ayer Adriana Castillo Román, titular de la Conservaduría de Palacio Nacional y Patrimonio Cultural.
Destacan obras como Cocktail Party de Fanny Rabel, Kiss, Kiss de Joy Laville, Paisaje televisivo de Arnold Belkin, Torre de agresión de Cordelia Urueta, Destrucción de un orden de Vicente Rojo, El fantasma del establishment de Xavier Esqueda y Caín de Luis Nishizawa, entre otras.
En la conferencia, Castillo Román reveló que, en la historia de este acervo, que cumple medio siglo de vida, se han registrado algunas pérdidas; como el caso de una obra de Diego Rivera, en 1957, y otra de Francisco Toledo, en 2011.

Rivera fue de los artistas que participó (al inicio del programa), a pesar de que no debía impuestos; pero él quería poner el ejemplo y llamar a la comunidad artística para que participara”, comentó Nadia Hernández, directora de Colecciones de la SHCP.
Y aseguró que, a partir de una nota de un periódico, se ubicó que Rivera entregó cuatro obras a esta colección. Sin embargo, una de éstas, Obrero constructor de Varsovia, desapareció.
En algún inventario de años posteriores hay una nota a mano y es el único registro que existe, y dice que la pieza se quemó. Sin embargo, no hay más información, no hay más datos. Ya se han hecho varias investigaciones, tanto en el AGN como en los archivos históricos de la SHCP, para identificar cuál fue la situación que llevó a la desaparición de la pieza; pero no se han encontrado más datos. Entonces, se asume que hubo un siniestro y que la obra desa-pareció”, apuntó.
Subrayó que las otras tres obras de Rivera se exhiben en la muestra permanente Hacienda es Patrimonio, que incluyen el acervo de los artistas fundadores del programa.
Otro ejemplo de piezas afectadas fue una cerámica de Toledo, dijo Hernández y recordó que el artista entregó dicha pieza a la Casa de Cultura de Juchitán, junto con algunos (ejemplares) de Los cuadernos de la mierda.
Aquella cerámica se exponía en convenio con el INBAL, que se hacía cargo de la casa de cultura. “Durante un fin de semana hubo el reporte de que alguien se había metido a dicho espacio y entre los desperfectos encontraron que ya no estaba la cerámica. Así que, a partir del seguro que cubre a la colección –que asciende a 1,371 millones 594,280 pesos–, se pudo indemnizar la obra, aunque el valor que se cubre, pues nunca será suficiente para la pérdida artística, estética e histórica de una pieza de este tipo”, reconoció.