MAREA MARRÓN DEJA A SU PASO ESTELA DE TÓXICOS
La peste marrón viaja miles de kilómetros a través del océano Atlántico hasta llegar a las costas del Caribe mexicano de marzo a octubre, provocando graves impactos a la salud humana y los ecosistemas costeros.
Cuando el sargazo recala en la playa, comienza a podrirse, generando un olor nauseabundo, por la liberación de gases, que pueden provocar desde irritación en las vías respiratorias hasta dolores de cabeza y mareos.
La doctora Brigitta Van Tussenbroek, investigadora titular del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, explicó que la descomposición de éste sobre la arena libera metano, amoniaco y ácido sulfhídrico.
Por eso percibimos un olor como a huevo podrido; el gas más preocupante para la salud es el ácido sulfhídrico; el metano y amoniaco son más volátiles y quedan en el fondo”.
Los lixiviados que escurren del sargazo se filtran contaminando los mantos freáticos y el agua que consumimos.
Estos jugos tóxicos crean la temida marea marrón, que es un torrente de nutrientes y metales pesados como el arsénico, metano y plomo, que con las olas regresan al mar.
La marea marrón consume el oxígeno del agua, roba la luz y genera un proceso de acidificación, por el cambio de pH, que acaba con peces, pastos marinos y corales.
La doctora advirtió que una de las principales preocupaciones con la marea marrón son los cambios que provocan los nutrientes o la materia orgánica en la cadena trófica, entre depredadores y presas, que modifica todo el equilibrio del ecosistema.
Este aporte de nutrientes es 20 veces mayor a la contaminación que generamos los humanos, con las aguas residuales o fosas sépticas, y esto tiene serias consecuencias ecológicas”, lamentó.
Muerte masiva
Un estudio realizado por la doctora Nancy Cabanillas, investigadora del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática del Ecosur, indica que la mayor mortandad de especies marinas ocurre cuando el oxígeno cae a niveles muy bajos por la presencia de la marea marrón del sargazo.
Hemos presenciado mortandades masivas de vida marina. En algunos sitios, los lixiviados forman verdaderas ‘plumas’ que se extienden mar adentro y permanecen por mucho tiempo, prolongando el daño”, señaló.
Agregó que para conocer la salud de los ecosistemas usan como modelos los erizos y otros organismos como poliquetos (gusanos marinos), algas y cangrejos.
Subrayó que estas especies tienen papeles clave, como el erizo de púas largas, que ayuda a controlar el exceso de macroalgas en fondos coralinos, y que al desaparecer generan severos cambios ecológicos.
Cabanillas, quien realiza sus investigaciones en zonas someras del sur del Caribe mexicano, en lugares como Mahahual, Xahuayxol y Xcalak, reveló que las barreras flotantes contra el sargazo apenas cubren 1% de la costa y se concentran en las zonas turísticas, por lo que fuera de ahí la contaminación avanza sin control.
Los últimos corales
El doctor Lorenzo Álvarez Filip, también investigador titular del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología UNAM, recordó que los corales del Caribe mexicano, ahora impactados por el sargazo, enfrentan una situación extrema, debido a que están muy débiles por las olas de calor que azotaron la región en 2023 y 2024.
El impacto del blanqueamiento de 2023 fue el más severo del que se tenga registro en la historia y dañó principalmente a los corales que están en aguas muy someras, que es precisamente donde está llegando la marea marrón del sargazo”, alertó.
Comentó que el arribo masivo de sargazo, que este año alcanzará un nuevo récord con 80 mil toneladas, podría ser el fin para los arrecifes de coral, que enfrentan fuertes presiones y estrés desde los años 70, cuando comenzó el desarrollo de Cancún.
Destacó que en aquellos años, los corales, responsables de producir, por ejemplo, la blanca arena de mar o proteger a las costas de los huracanes, ocupaban 40% del fondo del mar en el Caribe Mexicano, y antes de 2023, previo a su blanqueamiento por las altas temperaturas, ya sólo quedaba entre 10 y 12% de la cobertura.
Entonces, a esos corales débiles que todavía les caiga el sargazo, es como ponerles el último clavo en el ataúd”, manifestó.