LES PEGAN LLUVIAS… Y AÚN VIENEN MÁS

Más de dos mil personas se vieron afectadas al registrarse una inundación en el fraccionamiento Rancho San Blas, por lo que las autoridades solicitaron el apoyo del gobierno del Estado de México y la implementación del Plan DN-3.

Se estiman, al menos, 420 viviendas afectadas por los escurrimientos de un canal de riego y de la edificación de bodegas en baldíos que servían de desagüe de aguas pluviales y negras.

El alcalde Aldo Ledezma reconoció que la emergencia los rebasó, por lo que solicitó apoyo de otras instancias.

Resaltó que se requieren motobombas y la presencia del Ejército, pues aunque en la zona trabaja la CAEM, se requiere mayor apoyo para atender la emergencia.

En tanto, se instalaron albergues para atender a los vecinos que no puedan pasar la noche en sus viviendas que se encuentran anegadas.

Desolados y molestos, los vecinos de Rancho San Blas abandonaban sus hogares con sus hijos y mascotas en brazos y unas pocas pertenencias, luego de que el agua arrasara con su patrimonio.

Para poder movilizar a los vecinos que sufrieron inundaciones de entre 1.5 a dos metros de altura, se utilizaron lanchas y camionetas de la policía municipal; durante la inundación, por lo menos, siete vehículos quedaron bajo el agua en el fraccionamiento San Blas.

Los damnificados denunciaron que el problema fue generado por una barda que construyó una empresa privada en los límites de Tultepec y Cuautitlán, la cual se convirtió en una represa que impidió que el agua fluyera anegando todo el fraccionamiento.

Ante ello, intentaron derrumbarlo, lo que provocó roces con los vecinos de Tultepec que aseguran que de hacerlo la inundación se extendería a sus domicilios.

Vecinos y autoridades denunciaron, sin embargo, que la construcción de una obra vial y una instalación industrial aledañas obstruyeron este año el desagüe provocando la inundación. Cuautitlán y otras alcaldías del Estado de México, cercanas a la capital suelen sufrir inundaciones durante la temporada de lluvias.