LA OTRA CARA DE LA LUNA, AMOR ENTRE CONSPIRACIONES Y ESTRELLAS

Kelly Jones tenía una sola misión: venderle al mundo entero la luna. La experta en marketing fue contratada por el gobierno de Richard Nixon para arreglar la imagen pública de la NASA y venderle tanto a las marcas de la época como a millones de personas alrededor del mundo la misión de alunizaje del Apollo 11 que estaba programada para el 20 de julio de 1969, es decir, hace 55 años.

Esa es la premisa de La otra cara de la luna, cinta protagonizada y producida por Scarlett Johansson, que ha revivido viejos debates con respecto a si la misión ejecutado por Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin Aldrin fue real o ficticia, ya que en la cinta, dirigida por Greg Berlanti, se cuenta que se mandó a construir un set de filmación para filmar el aterrizaje que fue visto por el mundo entero, dado que no podían arriesgarse a que el real saliera mal y por ende se dieron a la tarea de que todo saliera a la perfección para que Estados Unidos se impusiera frente a Rusia y liderara así al resto del globo terráqueo.

“La cinta aborda la importancia de la verdad, pero lo estamos haciendo mientras echamos un vistazo a una muy famosa teoría de la conspiración. Trabajamos denodadamente a fin de dar cuenta de la manera en cómo algo así pudo haber sido logrado, pero sabemos que algunas personas dirán que sólo estamos estimulando la idea de que esto pudo haber sido un engaño. No obstante, al final de cuentas, la cinta es acerca de las razones que tuvimos para hacer las cosas de esta forma. En los momentos más serios, debes creer también en cosas como ésas. Y si estás realizando una cinta acerca de la fabricación de uno de los momentos clave de la historia humana, debes asimismo crear momentos históricos que irradien veracidad, por ello la mentira tiene muchas probabilidades en contra», contó el director Greg Berlanti, a través de un documento otorgado por la distribuidora.

Interesada en poder seguir contando historias no sólo frente a las cámaras, sino detrás de las mismas, fue que Johansson, creó hace un par de años su casa productora These Pictures que debuta formalmente en la industria de Hollywood con este filme, el cual también marca el primero que hacen.

Junto a su equipo de trabajo la actriz de 39 años comenzó a buscar proyectos que llevaran a la audiencia a las salas de cine y fue cuando Keenan Flynn, jefe de Cine de esta casa productora, llegó esta idea que interesó a la actriz.

“Llegó y nos dijo: ¿Qué tal que aquello que millones de personas oyeron el 20 de julio de 1969 fuera el audio real del descenso, pero con imágenes falsas, al puro estilo de Hollywood? Me encantó la idea y decidimos desarrollarla con Flynn y el escritor Bill Kirtsten quienes trabajaron en la historia antes de cederla a la guionista Rose Gilroy”, comentó la también protagonista, durante la promoción del filme que ya está en la cartelera comercial.

Al ver el resultado final, la actriz que interpretó a la Viuda Negra en el Universo Cinematográfico Marvel, y quien al principio fue contundente al decir que sólo estaría en el proyecto como productora, cambió de parecer ante la trama que tenía entre sus manos.

“Gilroy hizo un trabajo fenomenal con el guion, con un tono perfecto y tan entretenido, que comencé a pensar en quien podría interpretar a Kelly Jones y se me vinieron a la mente varias colegas muy talentosas, pero me empecé a sentir celosa de ellas y me dije: ‘No puedo darle esto a alguien más, tengo que hacerlo yo’”, relató Johansson al medio The Hollywood Reporter.

Por su parte, el realizador detrás de películas como la comedia Bajo el mismo techo o el coming of age gay juvenil Yo soy Simón, contó que en su momento se emocionó cuando le ofrecieron abordar una historia de amor envuelta en la conspiración sobre el alunizaje, sin embargo, lo que más le interesó fue saber que la producción iba a tener el respaldo absoluto de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio).

“Esa fue una de las razones que más me emocionaron. Saber la implicación de la NASA desde el principio y entiendo por qué nos dio todo su respaldo, pues aunque sabían que íbamos a mostrar una de la teorías conspirativas más importantes de la historia sobre el mayor logro de la humanidad en ese momento, y quizá lo siga siendo, que fue televisado. Mi deseo es que la gente vaya al cine con la idea de que va a ver algo y que cuando salga del cine, salga con la sensación de: ‘¡Wow! La humanidad hizo eso”, relató Berlanti.

El largometraje cuenta cómo Jones (Johansson), tras su exitoso desempeño como publicista de Nueva York, es reclutada por el agente secreto Moe Berkus (Woody Harrelson) para que le cree una buena imagen a la NASA y dé a conocer el trabajo de cientos de ingenieros y expertos, entre ellos el director del lanzamiento detrás de la misión del Apollo 11, Cole David (Channing Tatum).

Es entonces cuando la protagonista comienza a posicionar a la NASA y a su gente en los medios, inyectándole a la expedición el dinero que ingresa a través de las campañas publicitarias que trabaja con los astronautas a cargo, a quienes ahora se les ve también en comerciales portando relojes, comiendo cereales o promocionando bebidas.

Así poco a poco Kelly crea tal afinidad a la agencia que genera toda una expectativa ante millones de millones de personas con la llegada a la luna, haciendo que el gobierno estadunidense se da cuenta del poder que tiene en sus manos para imponerse frente al mundo entero ante este épico suceso.

El escenario meramente político que busca imponer a Estados Unidos como potencia mundial y como el gran conquistador del espacio, se contrapone con la historia de amor que va surgiendo entre Kelly, una mujer sin escrúpulos que llega a mentir con tal de vender, y Cole, un hombre comprometido con la ciencia y con la idea de hacer historia con la misión del Apolo 11.

“Me tiene sin cuidado si (el alunizaje) fue o no real. Es algo muy inteligente y si de verdad se recreó, quizá sea uno de los movimientos más impresionantes que se han hecho hasta ahora en el mundo, pues era una carrera hacia la luna y nosotros (EU) ganamos, teóricamente. Personalmente creo que sí fuimos a la luna. He hablado con gente que estuvo ahí, gente que se involucró en el proyecto, que invirtió mucho dinero y mucha gente que vio cómo despegó el cohete”, comentó Tatum, actual pareja de Zoe Kravitz, al mismo medio.

Por su parte, Johansson, a quien hemos visto en Jojo Rabbit, Asteroid City o Historia de un matrimonio, se mostró más apegada a la ciencia ante el cuestionamiento de si el hecho fue real.

“No soy partidaria de las teorías conspiratorias. Soy muy pragmática y creo en la ciencia”, contó Johansson, quien en la cinta tiene una secuencia con su actual pareja y padre de su hijo, Colin Jost.

El filme es el tercer proyecto que produce Scarlett, tras haber hecho lo propio con el documental del 2011 The Wale junto a Ryan Reynolds, y luego, una década después, producir de la mano de Marvel Viuda negra. La diferencia entre estos dos proyectos y La otra cara de la luna radica en que éste es manufacturado con su casa productora These Pictures.

Además de Johansson y Tatum, el largometraje cuenta con la participación de Woody Harrelson, Ray Romano, Jim Rash, Anna Garcia, Donald Elise Watkins, Noah Robbins, Christian Clemenson, Nick Dillenburg, Colin Woodell y Christian Zuber.

Los puntos clave de la conspiración

A lo largo de los años ha existido la teoría de que efectivamente el hombre no fue a la luna y todo lo se recreó en un estudio de televisión. Muchos han dicho que no es posible que un cohete lunar despegue con tan poco combustible, a lo que los científicos han contestado que la gravedad en la luna es seis veces menor que en la Tierra, y que por ende se pudo llevar a cabo el lanzamiento.

Otros más han preguntado por qué en el video del Apollo 11 no se observa polvo suspendido en la luna, a lo que la ciencia ha respondido que la ausencia de atmósfera en este sitio hace imposible la formación de corrientes de aire, así como el soporte de cualquier tipo de polvo o partícula.

Una de las preguntas más famosas estaba en por qué la bandera de Estados Unidos ondea si no hay atmósfera ni aire. Según lo que han explicado es que la NASA, consciente de eso, colocó una escuadra en la parte alta de la bandera para que permaneciera erguida y de que el material con el que fue fabricada estaba pensado para dar la impresión de que ondeaba.

En una de las fotografías de la misión del Apollo 11 se aprecia en una roca la letra C. Este detalle puso en alerta a la gente que retomó la idea de que ese error es un hecho más que respalda la falsedad del hecho. A lo que se respondió que se trató de un trozo de fibra que se colocó en el proceso de revelado de los negativos.

Otros más han dicho que las huellas perfectas de los astronautas marcadas en la superficie extremadamente seca de la luna no son posibles. Ante eso se dijo que debido a la naturaleza físico-química de la capa de minerales que recubre la superficie de la luna, llamada regolito, y debido a la débil atracción gravitatoria de la misma, es susceptible a quedar impresa ante cualquier tipo de presión.

Muchos más cuestionaron el que los neumáticos del Rover no hayan explotado ante la presión que iban a tener al salir de la Tierra y llegar a la luna. La respuesta que se dio es que eran neumáticos especiales que fueron fabricados de zinc, aluminio y que fueron recubiertos con varias capas de acero.

Sobre el Rover (vehículo lunar) se dijo que era muy grande para ser transportado en el módulo lunar. Se explicó que éste iba plegado y al ser bajado y usado, se desplegaba.