JULIETTE BINOCHE: LO ÚNICO QUE QUIERO ES SER LIBRE
Juliette Binoche, una de las actrices contemporáneas más influyentes, ha participado en películas como Tres colores: Bleu (1993), El paciente inglés (1996) —por la cual ganó un Oscar a Mejor Actriz de Reparto—, Chocolate (2000) y Caché (2005), y ahora debuta como directora con la película In-I In Motion, que se estrenó en el Festival de San Sebastián y presentó este viernes. Sin embargo, no se considera tan importante.
“No sé qué es ser tan importante, porque estar frente a la cámara te reinventa todo el tiempo. Creo que no sé realmente nada, aún con todos mis años en esto. Tocamos muchas vidas de mucha gente, pero sólo estoy sirviendo a la historia. Concientizar a la gente, no sé qué tan posible sea. Quiero transformar, volver verdadera una película”, expresó la actriz.
Pero, sobre todo, más que perseguir o explotar al máximo su creatividad, eso lo hace pensando, sobre todo, en ser cada vez más libre.
“Ser un gran actor es ser humilde. Cuando una película es verdadera y cuando el guion logra tocarme, soy parte de eso. Entonces, siempre tengo que trabajar en mi habilidad de impresionarme, en mi sensibilidad. Y prefiero esquivar o pasar de la palabra importante. Yo voy a morir algún día, entonces quiero ser libre, más que morir pensando que fui importante. Voy a hacer lo mejor que puedo, pero lo que realmente quiero es ser libre”, insistió.
Y enfatizó Juliette que, donde ella ha descubierto que se siente libre, es simplemente buscando los lugares donde se siente completamente feliz y realizada, como en su reciente película In-I In Motion.
“Al final del día, lo importante es lo que sientes dentro de ti, las cosas intocables, sí, las que prefiero conseguir. Quiero explorar la vida y compartirla. Así que, si te sostienes donde no te sientes bien, estás equivocado. Tienes que descubrir lo que sientes, donde sientes que estás siendo feliz”, aseguró.
“No lo sé, solo lo intento. Soy libre cuando trabajo, cuando hago lo que amo. Solo hago lo que hago y soy como soy para ser feliz. En mis relaciones con los otros trato de ser mi mejor versión, pero es una responsabilidad hacer lo mejor posible. No soy perfecta, pero solo quiero participar lo mejor posible en sumar a este mundo”, agregó la cineasta.
Su amor por México
Esta es la segunda ocasión que Juliette visita México; la primera fue hace diez años, pero contó que el vínculo con este país es algo que viene incluso desde su padre.
“Mi papá estuvo dando clases aquí para muchos jóvenes actores de cine y de teatro, entonces siento una gran cercanía. Él me enseñó mucho de este país, me hablaba todo el tiempo de su talento y del semillero que representa para este arte y muchos otros”, aseguró.
Y esa cercanía creció a partir de su primera visita, por eso ahora regresó con gusto. Incluso arribó al escenario contenta a develar la placa del ganador del premio de Morelia del año pasado, y por su emoción casi tira el reconocimiento.
“No puedo mentir, disfruté mucho hace diez años. Mi vida es demasiado intensa y pude estar poco tiempo, pero al estar aquí un par de días sentí una gran sensación de satisfacción. Se logra una gran comunidad cinematográfica. Es genial que cuiden su cine y se nutran, a su vez, de un montón de filmes internacionales. Es hermoso”, aseguró.
Así, con esa misma emoción, se despidió del festival y comenzó a caminar por las calles empedradas y llenas de cantera de Morelia, donde decenas de fans la abordaron y ella se detuvo a firmar, a regalar fotografías, hasta llegar a su camioneta, donde aún se detuvo y envió besos.