JORGE FERRAGUT, EL HÉROE OCULTO DE EU; NOVELA RESCATA HISTORIA DEL OSADO MARINO ESPAÑOL
El marino español Jorge Ferragut (1755-1817), cuyo nombre fue anglicanizado como George Farragut, es un ejemplo de lo fundamental que fueron los hispanos para que Estados Unidos ganara su independencia del imperio británico, en la guerra que libró entre 1775 y 1783.
Ferragut emigró a Estados Unidos, donde trabajó para la marina mercante. Cuando comenzó la guerra de Independencia, se unió a los revolucionarios en la Marina de Guerra en Carolina del Sur. Luchó contra los británicos en la batalla de Savannah. Fue el único español voluntario que combatió por tierra y por mar a favor de los estadunidenses.
El navegante comandó una operación para defender Charleston. Trasladó cañones, armas de fuego, pólvora y balas. Luchó en barco, con caballería y a pie. Incluso, salvó la vida de George Washington, futuro presidente del país, a quien rescató de un encuentro peligroso. Una bala de cañón le rompió el brazo izquierdo, por lo que quedó inválido. Se retiró del Ejército con el grado de oficial comandante mayor.
Este personaje real del siglo XVIII inspira la nueva novela histórica del escritor catalán Jorge Molist (1951), El español (Grijalbo), en la que emprende un viaje al esplendor y a las sombras de este imperio.
Ferragut fue un hombre osado. Hizo todo lo que narro. Desde la batalla en Turquía hasta Charleston. Incluido el tráfico de armas y espionaje. Es el líder de la independencia de Estados Unidos nacido fuera de este país.
Es el más desconocido y el más versátil. Luchó tanto como capitán de barco como comandante de caballería. Su hijo, quien le quitó la fama, fue el primer almirante de la primera flota norteamericana”, explica Molist en entrevista desde Barcelona.
El narrador que ha vendido más de un millón de ejemplares de sus obras admite que esta es su novela más ambiciosa, “porque, detrás de lo que puede ser una obra de ficción, está la trama que debe seducir al lector. Y ésta aquí es una historia de un amor prohibido, desesperado en ocasiones; una venganza que hace recorrer a esta pareja el imperio hispano de un lado al otro del Atlántico”.
Destaca que, para el lector que quiera profundizar, se recrea el lado sombrío de la cultura hispana. “Estamos hablando de un imperio que se decía español; pero debió llamarse hispano, porque en su constitución contribuyeron no sólo los españoles, sino los criollos, los mestizos e incluso los indígenas. Por ejemplo, en la colonización de California participó, sobre todo, gente nacida en América, muy pocos españoles”.
El autor de Los muros de Jericó, con la que el ingeniero industrial liberó su vocación literaria en el 2000, y El latido del mar (2023) detalla que El español transcurre durante diez años, a partir de 1766.
Desde Menorca, donde empieza; descubrimos cómo era la Barcelona del siglo XVIII, un territorio ocupado por el imperio británico. Luego a Madrid, muy distinta, a pesar de que es el mismo siglo. Pasamos a Cádiz, la puerta de España hacia Europa. Después a Canarias y a La Habana (Cuba). Y termina en Charleston (Carolina del Sur).
Ahí conoceremos la esclavitud y las miserias del imperio británico. Mientras en España, a pesar de que había una dictadura férrea y la religión era fundamental en el imperio; se permitía y se fomentaba el mestizaje. Se quería asimilar a los indígenas a la cultura europea. En cambio, en el norte no aceptaban el matrimonio entre razas distintas”, agrega.
El ganador de los premios Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2007, con La reina oculta, y el de Novela Fernando Lara 2018, con Canción de sangre y oro, dice que es la primera novela en la que visita el siglo XVIII.
Es mi primera en América. Fue el descubrimiento de una cultura, de una manera de vivir y el choque de la forma de pensar hispana y la anglosajona”, añade.
Concluye que en la lucha estadunidense por su libertad “participó mucha gente que luego formó parte de las independencias de la hoy América Latina; como Francisco Miranda, que luchó contra las tropas británicas y después llegó a ser presidente de Venezuela. Las raíces de la independencia de Hispanoamérica están en la de Estados Unidos”.