GEORGE CLOONEY EXPLICA POR QUÉ YA NO BESARÁ A ACTRICES EN SUS PELÍCULAS
El actor estadounidense George Clooney, de 64 años, reveló que ha optado por cerrar definitivamente su etapa como galán en el cine y que no volverá a protagonizar escenas de besos con actrices en pantalla.
La decisión, explicó, fue tomada de común acuerdo con su esposa, la abogada Amal Clooney.
En declaraciones concedidas al Daily Mail, el intérprete detalló que esta determinación surgió tras una conversación con su pareja, con quien mantiene una relación desde hace más de una década.
Clooney y Amal están casados desde 2014 y son padres de mellizos, un contexto personal que influyó directamente en el replanteamiento de los límites que el actor desea mantener en su carrera profesional.
“He estado intentando seguir el mismo camino que Paul Newman: ‘Bueno, pues ya no voy a besar a ninguna chica más’”, dijo.
Reconocido por su trabajo en películas como O Brother, Where Art Thou? (2000), así como por su papel en la serie ER, que lo consolidó como una figura de proyección internacional, George Clooney señaló que desde hace tiempo ha venido reflexionando sobre el momento que atraviesa dentro de la industria cinematográfica.
El actor y también director de Good Night and Good Luck (2005) ha dejado claro que esta no es la primera ocasión en la que plantea la posibilidad de alejarse de los roles románticos, una postura que ha expresado previamente al hablar sobre la evolución de su carrera y las decisiones creativas que busca asumir en esta etapa.
Según informó Variety, en marzo pasado George Clooney señaló durante una entrevista con el programa estadounidense 60 Minutes que uno de sus principales objetivos es permitir que las nuevas generaciones de actores tengan mayor protagonismo dentro de la industria.
Los pasos de Paul Newman que George Clooney busca replicar en esta etapa de su carrera
La referencia de George Clooney a Paul Newman no es casual. Newman, uno de los grandes íconos del Hollywood clásico, decidió en la segunda mitad de su carrera alejarse de los papeles románticos que lo habían convertido en símbolo sexual durante décadas.
Con el paso del tiempo, optó por personajes más complejos, maduros y acordes a su edad, priorizando el peso dramático y el contenido de las historias por encima del atractivo físico.
Ese giro fue ampliamente reconocido como un acto de coherencia artística. Newman encontró en esa etapa algunos de sus trabajos más celebrados, tanto frente como detrás de la cámara, consolidando un legado que trascendió el estereotipo del galán.
Al invocar ese ejemplo, Clooney sugiere que su decisión no responde a una renuncia, sino a una evolución natural: asumir otro lugar en la industria y dejar que las nuevas generaciones ocupen el espacio que antes le perteneció.
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