FRANCIS FORD COPPOLA DEJA MEGALÓPOLIS EN MANOS DEL TIEMPO
El realizador estadunidense Francis Ford Coppola sedujo otro día más a los asistentes del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con su humor y la humildad.
Así lo demostró ayer cuando recibió la Medalla Filmoteca de parte de Hugo Villa, director general de la Filmoteca de la UNAM, quien le explicó que la presea se hace con plata que se recupera en el laboratorio fílmico de la universidad.
Entiendo que fue tomada de esa plata de películas importantes mexicanas, así que sostengo la herencia del cine mexicano en mis manos. Me siento muy agradecido, muchas gracias”, expresó el cineasta ante todo el público que acudió a reconocer sus 68 años de carrera.
Después de recibir la Medalla de la UNAM, el realizador de 85 años, quien estrena mañana su más reciente filme Megalópolis, ofreció una charla en el Teatro Melchor Ocampo, donde habló sobre cómo han sido tomadas sus producciones con el paso de los años, el legado que dejará cuando ya no exista y los riesgos que deben tomar los creadores del séptimo arte.
Lo mejor fue que dejó un recordatorio que nadie va a olvidar: “El arte sin riesgo es como hacer bebés sin tener sexo”.
El ganador de cinco Premios Oscar agregó cómo el mejor crítico de su cine será literalmente el tiempo y cómo ayudará a que la gente se forme una opinión ya sea positiva o negativa sobre su cine en general, en especial de Megalópolis, pues ha sido bastante criticada.
Como ejemplo, el poseedor de una marca de vinos homónima contó que en su momento la gente lo odió cuando hizo El padrino.
Las películas que hice en el pasado, cuando las estrené, no eran consideradas grandiosas, de hecho la gente detestó El padrino, decían que era la peor película que había hecho y me iban a correr, pero, por suerte, terminó siendo un éxito. Con El padrino 2, que primero mostré en San Francisco, me dijeron que odiaban las actuaciones y ahí me di cuenta de que la razón por la que la detestaron fue porque la ilusión no funcionó, porque fui del pasado al futuro cada 10 minutos, y lo que hice fue cambiar (editar) del pasado al futuro cada 20 minutos, mandé la cinta a San Diego y amaron la película y las actuaciones, pero era la misma actuación”, contó Coppola y continuó:
Así que todo en las películas depende de si la ilusión está o no trabajando. Lo mismo pasó con Apocalypse Now, nadie la quería, yo tengo los derechos de la cinta y me decían que no la podía hacer y la hice y también dijeron que era mi peor película, lo cual me rompió el corazón. porque no lo era para mí. Así que sólo hay un buen crítico en todo esto y ése es el tiempo, el que dice si una es o no una buena película”, compartió el realizador de 85 años.
El director, quien perdió a su esposa en abril tras 61 años de matrimonio, fue cuestionado sobre el legado que cree que va a dejar con su filmografía.
Francis Ford Coppola les deja a Sofia Coppola, a Roman Coppola, a Gian-Carlo Coppola (fallecido en 1986). Les dejo la tradición de que los jóvenes son el futuro el legado más importante que tenemos. Tengo hijos, nietos, un bisnieto y siempre digo: ‘tus hijos son tus joyas, tus nietos son los dividendos y tus bisnietos son la inmortalidad misma’”, comentó el también director de La ley de la calle.
Francis Ford Coppola también abordó, durante una hora de charla, temas como el de la igualdad entre los seres humanos y cómo todos somos especiales, pues cada uno tiene cualidades únicas, a pesar de que se diga lo contrario.
Habló de política. Aseguró que la gente que quiere votar por Donald Trump es la misma que votó por el Brexit, y para ellos fue “como darse un tiro en la cabeza”.
Sobre el apoyo que está recibiendo Trump en Estados Unidos de parte de empresarios como Elon Musk, Coppola comentó que hay un interés de por medio.
Lo apoyan porque saben que Trump va a hacer lo que ellos quieran”, dijo, quien también recibió del FICM el Premio a la Excelencia.
Dicho esto, Francis no espera que Megalópolis sea un éxito rotundo en los mercados que está por llegar, sino que dejará todo al paso del tiempo; es decir, esperará a que envejezca bien o mal.