EL MUNDO, EN VILO CON EL SUPERVOLCÁN YELLOWSTONE: ESTÁ RUGIENDO, PERO LA NASA TIENE UN PLAN
La erupción del supervolcán Yellowstone, podría ser catastrófica, pero hay un audaz plan de la NASA para salvar a la humanidad de la amenaza existencial por una erupción.
¿Qué es un supervolcán y hay alguna manera de detenerlo?
Todo comienza con el VEI. El Índice de Explosividad Volcánica (VEI) es una escala que se utiliza para medir la explosividad de una erupción volcánica. Cualquier centro volcánico que haya registrado en el pasado una erupción de magnitud 8 o superior, según el índice de erupción volcánica, se considera un supervolcán.
Hay solo 20 supervolcanes en el mundo, cada uno de ellos inusualmente grande y con el potencial de producir una erupción que afectaría al mundo entero. El supervolcán de Yellowstone, o caldera de Yellowstone, es uno de ellos. Situado en el Parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming, se formó a lo largo de tres supererupciones que se produjeron a lo largo de los últimos 2,1 millones de años.
En los últimos meses, también se ha producido un repunte de la actividad volcánica que ha causado sorpresa y ha hecho que los supervolcanes ocupen los titulares. Incluso, el mayor volcán de México ha estado en constante vigilancia hasta con un nuevo satélite.
¿Qué pasaría si el supervolcán Yellowstone entra en erupción?
De todos los volcanes del mundo, Yellowstone es el que mantiene despiertos por la noche a los vulcanólogos, pues su erupción enviaría ondas de choque en todo el mundo. Aunque está rugiendo por el magma que se está moviendo tras 160.000 años, no se espera una erupción a corto plazo, pero si lo hiciera hay un plan.
¿Qué ocurriría entonces si uno de estos supervolcanes entrara en erupción? Si entrara en erupción Yellowstone, las cenizas se extenderían a lo largo de 800 kilómetros. La mayor parte del territorio continental de Estados Unidos se vería afectado. El oeste sería la región más afectada. Las cenizas sobre las Montañas Rocosas podrían alcanzar un metro de profundidad.
Además de la devastación incalculable que sufrirían quienes vivieran cerca, podría provocar cambios significativos en el clima. Las cenizas bloquearían la luz solar, lo que provocaría un invierno volcánico. Esto amenaza el rendimiento de los cultivos, llevando a escasez de alimentos o incluso una hambruna masiva. Mientras tanto, los gases volcánicos podrían generar lluvia ácida.
Así planea la NASA detener la posible erupción de Yellowstone
Cuando los científicos observaron el volcán, la solución más lógica que se les ocurrió fue simplemente enfriarlo. Un volcán del tamaño de Yellowstone es, en esencia, un gigantesco generador de calor, con suficiente energía en su interior para abastecer a seis plantas de energía industrial.
El plan de la NASA es perforar el supervolcán y llenarlo de agua fría para enfriarlo, de forma similar a cómo funciona un radiador de coche. El flujo constante de vapor proporcionaría entonces una fuente de energía renovable sin huella de carbono.
El problema es que enfriar la lava que se encuentra en la parte delantera no ayuda en nada al magma que se encuentra detrás. Hay miles de kilómetros cúbicos de lava que enfriar, por lo que es probable que esos esfuerzos no sean suficientes. Tal vez un plan de ese tipo pueda sofocar el supervolcán por un corto tiempo, pero no para siempre. Al final se produciría una erupción devastadora.
Pero no hay de qué preocuparse. Los científicos que vigilan Yellowstone dicen que no debería entrar en erupción en ningún momento de los próximos miles de años.
Es aproximadamente el mismo riesgo que el de que un gran asteroide se estrelle contra la Tierra (aunque hay uno cerca y la NASA activa sus planes para desviar asteroides). Sin embargo, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, las probabilidades de que entre en erupción en un año determinado son de una entre 730 000 o del 0,00014 %.