DUA LIPA, DIOSA RADICAL EN LA CDMX; ¡BÉSANOS MUUUCHO!
Diosa Lipa. Maravilla de la creación y un maremoto de simpatía. Qué difícil no admirar cada paso que dio anoche en el repleto Estadio GNP Seguros. Training Season abrió el primero de los tres shows para acabar el Radical Optimism Tour y siguió con End of an Era.

“Destápate el oído, por favor”, gritó en español cuando verdaderamente empezó el show con Break My Heart. Desde que ella y Dúo Lingo son uno mismo, y sus profesores de español, no para de hablar y de conquistar a todo mundo con su acento. Ese beso que soltó en la plataforma que se extendió por General A llegó a todas partes.
Nuestra Dua Lupita sabe bien lo que hace en escena, entiende que si canta One Kiss a todos nos hace recordar su épica presentación en el Corona Capital de 2017 y también puede bailar como le plazca. ¿Se acuerdan cuando la criticaban por sus pasos de baile de aquel primer álbum? Ya estamos en un año donde esos sencillos pasos derriten a quien sea.
Lo más chido de esta rola fue que los Dualistas de pista se la pasaron cabrón, le explotó la Dua, la tacha o se les trepó la chela por el arreglo EDM que agregaron al puente entre One Kiss y la próxima rola, para darle tiempo de retirarse el body plateado y ahora salir en modo reina de la noche.

Innegable el legado de bailar sobre una silla para una reina del pop. En su momento lo hizo Madonna, lo replicó Britney Spears en Toxic y ahora lo hizo Dua en Whatcha Doing.
Sin problemas podemos decir que ella, a su propia manera, ha hecho que el pop la tenga como sostén de sus dominios. El solo hecho de verla dominar la silla, a sus bailarines, las dos plantas de su tarima que simularon las olas de Radical Optimism, te hacen sentir como si levitaras. Levitating terminó por sellar el sueño de tenerla a pocos metros.
Se ganó a pulso la simbólica nacionalidad mexicana con el grito que ya se ha vuelto una tradi, pero sólo para quienes lo merecen. Y si han seguido el curso de la gira, sabrán que llegó el momento de bajar a saludar a la gente. En CDMX, Alejandra fue la primera en lograrlo y en tomarse una selfie ¡con un Android! Así es, ella derribó el mito de que Dua no se toma fotos si no es con un iPhone.
Sin embargo, ya los siguientes sí fueron con funkys de la manzanita. Uno de ellos logró una firma de Dua con un corazón, porque su idea es tatuárselo. Jorge también cumplió el sueño e Itzel tuvo la fortuna de que la británica se llevara al escenario su peluchosa bufanda. Cada uno de los abrazos que esos fans le dieron fueron sinceros, emotivos y nos atrevemos a decir que ellos nos pueden contar sin problema a qué huele Dua Lipa.
“He soñado con esta noche desde que empecé el tour y cómo se iba a sentir mi regreso. Son emocionantes estos conciertos porque son los últimos tres. Esta cereza del pastel es la única forma ideal para cerrar el tour, gracias por hacerme sentir en casa. Siento una conexión profunda por este país y su hermosa gente y siempre voy a volver”, dijo en su sexi español.
La entrada perfecta para Bésame mucho, de Consuelo Velázquez. Dua la escogió, según contó, por ser una canción mexicana que ha llevado a México por todo el mundo. Su interpretación grave fue única, la aprendió completa sin necesidad de apuntador y su forma de adoptar la canción fue digna de ponerla en repeat para dejar descansar la de Luis Miguel.
El morbo se cumplió. Muchos soñaban con Querida, de Juan Gabriel, pero la elegida terminó siendo un tierno regalo para el cariño que tiene por este país y su capital. No había otra forma de acabar este episodio con Maria y así fue desde su plataforma central donde todo mundo se arremolinó para intentar tener la mejor foto y el video más lindo de su forma tan interesante de bailar.
¿Quienes vinieron a verla? Un chingo de niñas que la adoran, la comunidad LGBTIQ+ que la respalda y un montón de vatos y morras que le regalan sus corazones sin ninguna objeción ni reproche. Ya era hora de poner a todos a bailar, para eso llegó Physical y Electricity. Por cierto, en un abrir y cerrar de ojos, Dua ya estaba de rojo para su acto armado con rolitas inspiradas en los 80.
Por supuesto, los compitas gays fueron los winners de los mejores outfits. Los cabrones se lucieron cañón con su lentejuela, brillantina, sombreros y todo lo que armaron para encontrarse con su diosa, y no se diga de las morras, a ellas les iba espectacular el famoso jersey rosa del tour, porque sí, amigos, Dua es una FIFA declarada ¿y qué? Sus fans así la aman. Hallucinate e Illusion sellaron los minutos old sounds.
Bueno, simbólicamente, porque si tomamos en cuenta que el último disco fue producido por Kevin Parker, de Tame Impala, los vibes estaban impresos desde Falling Forever hasta Happy For You. Su forma de caminar por el escenario, con su vestido de noche, era hipnotizante, lo mismo que su voz. Dua es de las cantantes que ha hecho de la coreografía y la voz un reto sencillo de superar y estamos de acuerdo que varios de sus bailes son sencillos, pero los maneja tan bien que su voz jamás pierde poder. Y esto hace que el boleto valga cada maldito centavo que se pagó.
Love Again por fin ardió con Dua en su plataforma elevada, escurriendo sudor después de darlo todo rodeada de llamaradas. Y desde su segundo piso se puso cursi con Anything for Love, rodeada de un mar de luces que le pusieron ondita a su interpretación. El grito de Dua estalló y su sonrisa fue la recompensa por tanto apoyo. Mandó al encore con Be The One y con el reiterativo mensaje de todo lo que ama a la CDMX.
Desafortunadamente, la primera noche del Radical Optimism Tour tenía que terminar, con New Rules recuperando el famoso baile que tanto le criticaron, con el llamado a todas las Barbies del lugar con Dance The Night y el sello de Don’t Start Now y Houdini. Una noche que estaba presupuestada para ser una ilusión y acabó por ser una realidad. Callum Turner, por favor, llévala a la Luna por nosotros.

