DESAPARICIÓN FORZADA ES EL DELITO QUE MÁS HA CRECIDO EN SINALOA
La desaparición forzada se ha convertido en el delito con mayor incremento en Sinaloa durante el último año, reconoció el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Óscar Loza Ochoa. De acuerdo con sus datos, se han contabilizado dos mil 189 casos denunciados, lo que representa una carga de investigación que los ministerios públicos difícilmente pueden atender.
Loza Ochoa explicó que, en promedio, cada agente del Ministerio Público debe hacerse cargo de alrededor de 180 expedientes, cifra que, dijo, es insostenible. Por ello, insistió en que el próximo presupuesto estatal debe destinar mayores recursos a la Fiscalía General del Estado, con el fin de reforzar su capacidad de investigación en delitos que se han disparado, como los homicidios, el robo de vehículos y, de manera más grave, las desapariciones.
El ombudsman expuso estos datos durante un balance público realizado junto con Miguel Calderón Quevedo, coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública. Ambos señalaron que el mes de julio fue el más crítico en materia de desapariciones, con 233 casos denunciados en solo 30 días, lo que refleja, en palabras de Loza Ochoa, que las autoridades ministeriales están rebasadas en sus funciones.
“Lo que estamos viendo es una consecuencia de la corrupción y de la falta de reacción oportuna de las autoridades durante años”, expresó. Añadió que el tejido social también se debilitó por la tolerancia ciudadana frente a la violencia, lo que ha permitido que los grupos delictivos operen con mayor impunidad.
Loza Ochoa advirtió que llegó el momento de reflexionar sobre qué papel asumirá la sociedad frente a los delincuentes, ya que, de no hacerlo, se corre el riesgo de perpetuar los efectos negativos de una violencia que, de momento, no muestra señales de ceder.
Por su parte, Calderón Quevedo recordó que la actual ola de violencia en Sinaloa inició hace doce meses, dejando un saldo de mil 782 personas asesinadas en ese periodo. “Es necesario empezar a pensar qué vamos a hacer en la poscrisis, porque algún día esta situación tendrá que terminar”, afirmó.
El coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública destacó que las estadísticas dibujan un panorama alarmante. Hasta antes de septiembre de 2024 se registraba un promedio de 35 asesinatos diarios. Tan solo en octubre de ese año se documentaron 182 homicidios dolosos en un mes, una de las cifras más altas de la década.
Aunque en agosto pasado el número de homicidios cerró en 120, la reducción no significa una mejora sustantiva, advirtió Calderón, pues antes de la intensificación de la violencia las cifras eran mucho más bajas.
El funcionario agregó que los robos de vehículos y de comercios también engrosan las estadísticas delictivas y afectan directamente el patrimonio de los sinaloenses, lo que incrementa la percepción de inseguridad en la población.
Tanto Loza Ochoa como Calderón coincidieron en que el Estado requiere un rediseño en materia de seguridad pública, con más presupuesto, coordinación institucional y participación ciudadana, si se pretende contener el crecimiento de delitos como la desaparición forzada, que hoy representa la herida más profunda en la vida social de Sinaloa.
Acumula dos mil 189 desapariciones y mil 782 homicidios en un año
En Sinaloa, la desaparición forzada alcanzó dos mil 189 denuncias en el último año, convirtiéndose en el delito con mayor crecimiento. Julio fue el mes más crítico, con 233 casos reportados. Cada agente del Ministerio Público carga en promedio 180 expedientes, lo que refleja la saturación institucional. En paralelo, la violencia dejó mil 782 homicidios en doce meses, con picos de 182 asesinatos en octubre y 120 en agosto, además de robos crecientes.