DAN NUEVA LECTURA A LA SALUD DE KAHLO EN EL 53 FESTIVAL INTERNACIONAL CERVANTINO
En una fotografía de Raúl Anaya, captada en 1953, se observa a la pintora Frida Kahlo (1907-1954) reposando en una cama del Hospital Inglés. Su expresión muestra agotamiento y cierto hartazgo, mientras sostiene en la mano izquierda un cigarrillo.
En otra instantánea, pero de 1950, Frida descansa nuevamente en el American Cowdray Hospital, ante la lente de Juan Guzmán, quien la retrata mientras pinta un cuadro, rodeada de pinceles y pinturas.
Ambos documentos gráficos son resguardados en la Colección y Archivo de Fundación Televisa y forman parte de la exposición fotográfica Kahlo sin fronteras, que ayer se inauguró en el marco del 53 Festival Internacional Cervantino (FIC), en el Museo Casa Diego Rivera, en Guanajuato; y que presenta una nueva lectura de uno de los temas más conocidos en la vida de la artista mexicana: su salud física.
La muestra, que incluye cartas y reportes médicos, y que permanecerá expuesta hasta el 1 de marzo de 2026, integra información inédita y poco conocida en torno a Kahlo, “que busca generar otras reflexiones en torno a Frida al dar a conocer algunos de los documentos que permanecieron archivados en el Centro México ABC”, expresó la curadora Cristina Kahlo.
Destacó que fue ideada como un proyecto multidisciplinario que incluye fotografías de su archivo personal y que traza un recorrido no sólo por el aspecto médico de la artista, sino que transita hacia el campo creativo y afectivo.
De acuerdo con la curaduría —que compartió con Javier Roque— “establece una relación directa entre objetos, documentos e imágenes fotográficas que ofrecen nuevas pistas para reconstruir la última etapa en la biografía de la pintora.
“Buscamos contribuir a una mejor comprensión de la vida de una de las figuras más estudiadas y discutidas en la historia del arte mexicano; y que, a la vez, nos sorprende con inesperados hallazgos que nos permiten explicar desde distintos ángulos su producción plástica”, subrayó la sobrina nieta de la artista.
También se incluye una serie de fotografías familiares y personales de Kahlo, que permiten entrar en un ámbito privado y donde es posible conocer el círculo de afectos más cercano a la pintora.
Este recorrido fotográfico, que incluye imágenes de Antonio Kahlo, Julien Levy, Nickolas Muray y Gisèle Freund, asume las propiedades de una caja de recuerdos, donde la memoria visual permite evocar el pasado de la artista.
En la muestra destacan fotos como Diego y Frida en la terraza de la Casa Estudio de San Ángel (1940); Frida y Diego en Coyoacán (1940), Frida Kahlo torso descubierto (1938) y Frida con traje chino (1946), entre otras.