CHAUTIPAN VIVE SU PRIMER SEPELIO COLECTIVO; “ESTAS 11 PERSONAS EN ATAÚD ERAN HONESTAS”

Bajo la exigencia de justicia y destacando que eran personas honestas, ayer fueron sepultados los 11 comerciantes asesinados en días pasados, entre los que habían hombres, mujeres y menores de edad.

Los féretros fueron colocados sobre mesas, uno al lado del otro en el patio de una humilde vivienda, bajo una lona azul, donde las familias les dieron el último adiós.

El comisario del pueblo, cubierto del rostro y cabeza, asegura que las personas asesinadas eran gente honrada, trabajadora, cuyo único delito fue ir a una comunidad de Chilapa a vender sus trastes, actividad que realizaban desde hace 10 años.

 Los hombres y mujeres que tenemos aquí, en caja, eran de lo más honesto que había en el pueblo, sólo se dedicaban a trabajar”, destacó.

Afirmó que “fue un error haber anunciado el operativo de búsqueda antes de localizar a los desaparecidos, pues el grupo delictivo Los Ardillos lo tomó como una provocación y los mataron; y el famoso operativo no encontró a nadie”.

Durante el sepelio, los deudos volvieron a exigir a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, y a la presidenta Claudia Sheinbaum que no cierren el caso y que busquen a las otras seis personas que continúan desaparecidas.

 Nos dijeron que van a dar seguimiento al caso y esperamos que así sea, que nos den una respuesta pronto, que no cierren el caso y sigan buscando”, dijo una afectada.

 No se ha seguido en la búsqueda de los responsables, quienes los mataron, y no porque ahorita daremos sepultura a nuestros 11 familiares vayan hacer que se cierren las investigaciones del caso. Queremos que éste se abra aún más esplendo”, exigió otra de las afectadas.

La historia no ha terminado. Faltan seis habitantes que siguen desaparecidos o privados de la libertad.

Entre quienes faltan está el hijo de Cecilia, Leandro Giovanni Francisco Sacristán, de 14 años. El esposo y el otro hijo de la mujer ya fueron localizados muertos.

 Lo único que quiero es que no den por terminado el caso y que sigan buscando. Yo, el único de mis hijos que me hace falta es Leonardo Giovanni Francisco Sacristán, y ya no puedo decir otra cosa más, sólo eso les pido, que nos ayuden a encontrarlos”, clamó Cecilia.

Los cuerpos llegaron el viernes y fueron velados de manera pública, el sepelio de los otros dos fue en una casa aparte, sólo unos 200 metros separaban los dos velorios.

Esta matanza dejó a 20 niños huérfanos y nueve viudas. Entre los cuerpos hay dos mujeres, madre e hija, ésta última también madre, además de cuatro menores edad y cinco varones adultos, todos ellos con lazos familiares y de convivencia comunitaria.

Cerca de las 2 de la tarde, partieron los 11 féretros, casi de manera simultánea, hacia su última morada, el panteón local.

Uno a uno, los 11 féretros fueron subidos a camionetas para ser sepultados. Un pequeño se veía aferrado a un ataúd.

En un tramo, las cajas fueron llevadas en camionetas, pero al final, la gente cargó los féretros, cerca de 500 habitantes acompañaron a las víctimas, todo el pueblo estaba ahí para despedirlas.

Normalmente, cuando van a enterrar a alguien en Chautipan, los familiares o amigos se encargan de excavar la tumba, pero en esta ocasión tuvieron que contratar una máquina retroexcavadora para hacer las fosas.

El sepelio fue una ceremonia muy sencilla, donde se podía sentir el dolor de la gente, quienes siguieron exigiendo justicia.

Aproximadamente a las 16:00 horas inició el entierro.