CHANTAL ANDERE APRENDIÓ A PERDER EL MIEDO AL RIDÍCULO

Tras ocho meses de temporada de la obra musical Te amo, eres perfect@… ahora ¡cambia!, en el Teatro Hidalgo, Chantal Andere aprendió a no tener miedo al ridículo sobre todo al interpretar a alrededor de 13 personajes en diferentes historias acerca del amor y el desamor en una sola función.

Y es que la actriz recrea, en esta producción de Juan Torres que reiniciò ayer temporada, a una niña de ocho años, una adolescente de 12, una mamá de 45, una novia, una ama de casa y una mujer separada y soltera en busca de pareja a través de plataformas digitales, entre otros personajes.

El proceso fue muy divertido y ahora que nos hemos amalgamado con mis compañeros, más. Cuando en 2022 iniciamos temporada, yo, a la par, estaba haciendo una obra muy densa, El Conde. Así que cuando venía al teatro era mi masaje, mi premio, mi spa, porque venía a descargar toda la densidad de lo que hacía a la par.

Además, me he comprobado a mí misma que soy capaz de cosas que no me esperaba, como llegar al extremo de la farsa brutal. Cuando Ricky Díaz, nuestro director, nos empezó a montar la escena de don Juan y Bombón, que es la niña bobita que habla todo agudo y quien, de repente, se convierte en un lobo en un lapso de seis segundos, yo le decía: ‘pero, ¿tengo que hablar así?’. Y sí, lo más agudo y nasal que puedas.

¡Era un miedo, porque lo hacía con pena! Fueron retos de perderle el miedo al ridículo, porque uno nunca está preparado para hacer el ridículo y que algo no salga como debe salir. A eso le tenía mucho miedo en algunos personajes de aquí, pero ahora los disfruto mucho”, reveló Chantal Andere a Excélsior.

Para la actriz, el teatro es una especie de terapia en la que el público puede ver una faceta actoral distinta de ella a la que se expone en la televisión, en la que desde hace 35 años ha recreado a las villanas de las telenovelas.

Luego de que ya hicimos ocho meses la obra, ensayamos para abrir el telón de nueva cuenta con más conocimiento. Es una obra que, entre más pasa el tiempo, más la vas gozando y atreviendo a hacer personajes prácticamente ridículos hasta llegar a un límite y un extremo de comedia fuerte, pero también tiene sus momentos muy sentidos y otros más tranquilos.

Ha sido un regalo de la vida. Llevo tres musicales seguidos con Juan Torres (La fierecilla tomada, El beso de la mujer araña y éste), ha apostado por mí y se lo agradezco infinitamente. Soy una mujer muy apasionada, disciplinada, que jamás le quedaría mal. Esta obra me saca de mi zona de confort y de lo que la gente ha visto de mí en la televisión. El público no puede creer que yo salga de niña bobita, con mis trenzas y mis lentes.

¡Eso ha sido increíble! Que la gente que te ve haciendo villanías en la televisión todo el tiempo venga a ver que tengo esta otra parte que es lo que me ha dado el teatro, que es muy noble”, destacó.

En escena, durante este cierre de temporada de la obra de tan sólo seis semanas, la acompañan Lolita Cortés, Federico Di Lorenzo y Efraín Berry, además de Dulce Patiño, Oscar Acosta y Carmen Sarahí, quienes alternan funciones.