BUSCAN DEMOCRATIZAR USO DE ENERGÍA LIMPIA
En México, 99% de los hogares está conectado a la red eléctrica, pero más de un tercio de las familias enfrenta pobreza energética al carecer de la energía suficiente para cubrir sus necesidades básicas, advirtió la Alianza por la Equidad Energética (AEE).
La pobreza energética está acelerándose por la electrificación de todo, es decir, de la vida cotidiana, a lo cual se suman las altas temperaturas, porque la exacerban, aseguró Isabel Studer, presidenta de Sostenibilidad Global.
Si tienes acceso a electricidad, pero por el aumento de la temperatura antes podías vivir o sobrevivir con un con un ventilador, a lo mejor hoy necesitas aire acondicionado, entonces la pobreza energética se está exacerbando”, dijo.
Studer destacó que la alianza promueve una transición energética que reduzca las desigualdades y no las profundice; además, impulsa proyectos locales para democratizar el sistema eléctrico del país, porque uno de los objetivos es fortalecer a las propias comunidades.
Los planes de la alianza, indicó, son a tres años para beneficiar a cinco mil comunidades, desarrollar 100 proyectos y, “lo más importante, es crear un ecosistema y nuevos valores de colaboración entre distintos sectores, gobiernos, empresas, comunidades y organizaciones de la sociedad civil para construir esa transformación sistémica que requiere una transición energética justa”.
En conferencia de prensa para anunciar la incorporación del Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (Cerca) a la iniciativa, Studer resaltó que esta organización es fundamental para que ninguna comunidad se quede atrás en la adopción de energías renovables, porque ésta posee experiencia en proyectos comunitarios de energía solar en Baja California Sur.
Jacqueline Valenzuela, directora ejecutiva de Cerca dijo que los paneles solares en techos no son sólo una solución tecnológica, sino que son una herramienta de justicia social y desarrollo comunitario.
Sobre el problema del desperdicio tecnológico, Ximena Cantú, ESG Officer en Energía Real y líder de Rafiqui (iniciativa de reciclaje de paneles solares) socios de la AEE, alertó que hay comunidades sin energía y paneles en desuso con una gran eficiencia y que pueden aprovechar, ya que la mayoría de los paneles solares se desechan a los cinco años. Agregó que se calcula que para 2030 existirán 30 mil toneladas de paneles solares retirados antes de cumplir su vida útil en México.
A pesar del boom en energía solar distribuida, con más de medio millón de contratos de interconexión hacia finales de 2024, el crecimiento privilegia a sectores con mayor poder adquisitivo, pero deja a millones de familias fuera de los beneficios de la transición energética.
Actualmente, la alianza impulsa 17 proyectos activos en 11 estados, beneficiando a miles de familias en comunidades rurales, indígenas y pesqueras. Entre los proyectos destacan el sistema agrovoltaico en Xochimilco, que combina energía solar con tratamiento de agua contaminada, el programa de Mujeres Mayas promotoras de energía solar en Quintana Roo, y la producción forestal sustentable con energía solar en los Pueblos Mancomunados de Oaxaca.
La cooperación internacional ha sido fundamental para el crecimiento de los proyectos y de ahí la importancia de llevar estas iniciativas a escala nacional, respaldado por la cooperación técnica de la GIZ alemana, indicó Sébastien Proust, director de Pequeñas Donaciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Luis Gutiérrez, titular de la Unidad de Economía Social de Secretaría de Economía, indicó que el reto será articular políticas públicas que aseguren que ninguna comunidad quede al margen de la transición energética y alinearlas a los polos de desarrollo del Plan México.
Rocío Abreu, presidenta de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, resaltó el trabajo de las mujeres que promueven la energía solar en comunidades indígenas y aisladas.
Una práctica que ayuda tanto a la seguridad energética como a la alimentaria es la agrovoltaica y en este sentido, Valeria Amezcua, presidenta de la Red Agrovoltaica Mexicana, destacó que se trata de “una simbiosis entre dos actividades económicas: la actividad agropecuaria, un tipo de restauración de ecosistemas y la generación fotovoltaica, cuyo objetivo busca se beneficien a las comunidades”.