ATAQUE CON DRONES MATA A SIETE Y AFECTA A 50 EDIFICIOS HISTÓRICOS
Siete personas murieron y más de 50 edificios fueron dañados en uno de los mayores ataques rusos hasta la fecha contra la ciudad de Leópolis, a 70 kilómetros de la frontera con Polonia, mientras Ucrania sigue rogando a sus aliados que le ayuden a interceptar misiles y drones rusos para evitar estos ataques.
Varias explosiones sacudieron ayer el conjunto arquitectónico patrimonio de la UNESCO.
Poco después, bomberos y ambulancias empezaron a llegar al distrito usualmente tranquilo de Novi Svit (“Nuevo Mundo”), a un kilómetro de la estación de trenes y cerca del casco histórico de la ciudad.
Mientras los bomberos retiraban los escombros en búsqueda de supervivientes, tras haber apagado el fuego que devoró un elegante edificio de tres plantes, Shanel Kurnikova no podía hacer más que observar lo que quedaba de su apartamento, en el piso superior. “Es muy duro, no queda nada. Pero estoy contenta de estar viva”, dijo mientras se reponía del shock.
Kurnikova iba a regresar la noche pasada al apartamento tras una remodelación, pero fue pura suerte que ella y su hija de 14 años se quedaron una noche más en un piso de alquiler. Sin embargo, sus vecinos, la familia Basilévich, sí que se encontraba en el apartamento de al lado en el momento del ataque. Acostumbrados desde hace tiempo a las alarmas antiaéreas, igual que gran parte de la población, probablemente se escondieron en el pasillo, lejos de las ventanas, después de que las defensas antiaéreas se activaron en respuesta a drones kamikaze rusos. Pero las paredes no pudieron proteger de la fuerza explosiva de uno de los dos misiles rusos de tipo Kinzhal que impactaron en la ciudad.
Yevhenia, de 43 años, murió, junto con sus hijas Emilia, Darina y Yarina, de siete, 18 y 21 años, mientras que su padre, Yaroslav, permanece ingresado en el hospital.
“Es como una lotería. Nunca sabes si te despertarás por la mañana”, dijo Anastasia Hnátiv, cuyo marido corrió a socorrer a los supervivientes antes de que llegaran los bomberos. Ella se quedó acurrucada en el pasillo de su casa con sus dos hijos menores, a un centenar de metros de distancia.
Previo a este ataque en el inicio de la semana en otra zona de Ucrania perdieron la vida medio centenar.