AFRICA EXPRESS ROMPE FRONTERAS Y ENCUENTRA COMUNIÓN MUSICAL
La Bruja de Texcoco bendijo a su estilo, con huipil y falda corta, con incienso en mano, como si fuera un ritual prehispánico, y arrancó Africa Express, colectivo de música itinerante con distintos integrantes de todas partes del mundo en cada show y ahora aquí, en la capital mexicana con artistas principalmente nacionales —con Camilo Lara y los metales del Instituto Mexicano del Sonido— inauguraron no sin antes dejarse hechizar por La Bruja.
“Tú que conoces el secreto de la vida, enséñame a ser libre como el viento, ágil como el ave y sabio como la naturaleza”, pronunció.
Django Django y Nick Zinner relevaron a los mexicanos y la atmósfera pasó de una orquesta oaxaqueña acelerada interpretando El diablo y La bruja, a un rock alternativo con sonidos de marimba como protagonistas con Raise a Glass. El colectivo que surgió de la idea de Damon Albarn (Blur y Gorillaz) es una asociación civil que busca visibilidad para la escena principalmente africana; pero a donde va, colabora con una serie de músicos locales. Ayer martes fue su tercera vez en México; la primera fue en las Estacas de Morelos en el Festival Bahidorá, la segunda este fin de semana en el Festival Cervantino y aquí sellan su
vínculo profundo con un show en la capital.
Damon, el cofundador, estuvo al margen primero sólo mirando desde un costado del escenario en tanto la sinergia entre los músicos ocurría, mientras se rompían las fronteras, y sólo cuando el rapero mexicano Eme MalaFe apareció en escena, él también lo hizo, pero discretamente, en una esquina de la tarima con lentes oscuros y gorra para no ser visto y ceder el protagonismo a los proyectos que convivían en el Auditorio BB.
Tom Excell, M.anifest y Moonchild Sanelly salieron después a seguir tocando el tema Kuduro nuevamente sin Damon al frente, quien de vez en cuando salía a tocar el teclado.
La orquesta enorme salió y entró un cantante africano, Saddam, con Joan As Police Woman con violín, y juntos calmaron los ánimos con una balada en un idioma que nadie en el recinto entendía, con fonética árabe, pero el idioma más importante era la música. Todos sacaron sus celulares e iluminaron el recinto, algunos, por el contrario, decidieron que era el mejor momento para encender la mariguana y olvidarse del mundo un rato, uno ajetreado que ahí por unas horas era uno en comunión con la música. Saddam tarareó y todos entre el público lo siguieron sólo atendiendo a la melodía.
Después Eme MalaFe regresó al escenario acompañado por el grupo de cumbia Son Rompe Pera, con Los de Naucalpan en la marimba y Los Pream en la guitarra y el bajo. El rapero cantó al ritmo de corrido tumbado. Después, una rotación rápida colocó a Joan cantando en inglés al teclado y con Damon por primera vez en el centro del escenario junto a dos voces africanas: Hak Baker y Poté, los tres armonizando en los vocales.
Luego comenzó el repertorio cien por ciento mexicano: primero Eres, con Meme del Real como protagonista, compositor del tema, posteriormente presentó su sencillo Embeces, un corrido tumbado con tololoche, trompetas y contrabajo con Meme ahí bailando; sí, el rockero virando en solitario a sonidos actuales, revolucionarios para muchos. Ahí se sumó también Ricardo, el acordeonista de Intocable.
“Conozco muchos proyectos artísticos, pero aquí hay un sentido de comunidad muy importante. Más allá de la música, lo mejor que pasa en este proyecto es la armonía y el respeto que hay entre todos los que están aquí”, aseguró Meme, quien se sumó al proyecto apenas hace una semana por invitación de Camilo Lara.
“El mundo está tan de derechas que tengo miedo, tengo miedo del fascismo, amigos, tengo miedo de tanta muerte en Palestina, tengo pánico de que todos nos volvamos de extrema derecha”, pronunció Camilo antes de cantar uno de sus éxitos: Pánico.
Ahí mismo volvió el acordeonista de Intocable y a ritmo de reggae reinterpretaron Y todo para qué, donde hubo un solo de trombón que recordó a Jamaica y después un solo de melódica con Damon como protagonista. Sí un ídolo del brit pop colaborando con un cumbiero y un norteño; también el británico se animó a cantar en español durante el bolero Soledad y hasta aventó un falsete cuando sonó Ojalá que llueva café.
Jupiter & Okwess y M.anifest continuaron con Invocation y así, a lo largo de la noche, intercalaban con temas africanos, afroantillanos y mexicanos como Tabaco Mascao o Otim Hop. Y la noche de unidad continuana con el emblema en el pecho de Camilo; “México antiracista”.
Con éxito y el calor del público mexicano se despidió este proyecto impulsado por Damon Albarn, que tiene desde 2006 la intención de desestigmatizar África y mostrar que más allá de lo mediático de sus conflictos, hay cultura y propuesta musical.

